Con la premisa sólida y las ideas claras, la discusión del trabajo periodístico debe ser constante. Preguntarse cosas como: ¿Está validada la hipótesis? ¿Se sostiene la idea original? ¿La premisa sigue siendo sólida?, son necesarias para avanzar en nuestras historias.

Martínez dijo que “la discusión renovada termina en decisiones. Y esa es la esencia para avanzar en el periodismo”.

Algunas de las preguntas que Oscar Martínez planteó como necesarias para poder dar forma y contenido a una historia periodística de profundidad, fueron las siguientes: ¿Qué pasa cuando en lugar de ser recolector tenés que ser cazador? ¿Qué pasa cuando la premisa original no es tan evidente? ¿Qué pasa cuando lo que hay es una idea y no una caja de documentos en los que tenés que profundizar? 

Las y los periodistas pueden estar cerca de las historias, pero si no tienen una razón para contarlas y trabajarlas, el buen periodismo cae en mediocridad, aseveró. “No hay que confundir una premisa profunda con algo pomposo. Es mejor decir elefante que paquidermo. Es mejor decir hospital que nosocomio. Es más, usar las palabras correctas es parte de hacer periodismo”, remarcó.

A las y los periodistas del CAP les explicó que el oficio que realizan a diario es un ejercicio intelectual. Cada párrafo, cada hecho que se narra y se contextualiza, es una toma de decisiones intelectuales. “El periodismo plantea dudas y formas de solucionarlas”, indicó.

No obstante, hay cosas que un periodista nunca debe hacer durante su trabajo. La principal, como dijo Martínez, es nunca convertirse en el o la protagonista principal de un reportaje. “Si vos mismo sos la fuente de tu propia crónica o reportaje, preguntate si estás haciendo periodismo”, reflexionó Martínez, para concluir resaltando de nuevo que, sin una premisa clara, un destino y un objetivo, el periodismo de profundidad prácticamente no existe.