Glenda Sánchez

Guatemala | Se desempeñó como periodista en la radio TGW y presentadora de las noticias en el turno de la noche. Fue periodista en la Agencia Guatemalteca de Noticias y en Siglo 21. Además trabajó como asistente de Comunicación en la Asociación Nacional de Municipalidades y como reportera en el área de Seguridad de Prensa Libre. Actualmente trabaja como periodista del medio digital República GT.

Notas publicadas

El poder tras las rejas, un castillo de naipes

Las autoridades no conceden que criminales han cooptado una entidad del Estado, pero los hechos hablan por sí solos. Mientras las masacres quitan piezas que estorban en el andamiaje de poder interno en las cárceles, los reos poderosos viven de explotar a los reos sin recursos. Las secuelas, visibles: internos que extorsionan a personas en la calle para pagar las extorsiones de que son víctimas en la cárcel, o traslados cobrados a otra cárcel u hospitales, que acaban en fugas o balaceras. En esa dinámica, el poderoso es más efímero de lo esperado, y el pez grande de hoy resulta ser el pequeño de mañana.

El Transurbano y las heridas de un proyecto fallido

El usuario es el gran perdedor invisible del proyecto del Transurbano: una promesa incumplida de mejorar las condiciones del transporte público colectivo. Eso sí: cambió las cosas, pero para peor. El tiempo de desplazamiento y el precio del pasaje hasta se triplicaron para muchos pasajeros, aunque estos temas pasaron desapercibidos en los medios por el proceso penal contra exfuncionarios públicos y empresarios. Cargan con la culpa dos administraciones presidenciales y la municipalidad capitalina, que dejó a los usuarios a merced de tarifas antojadizamente impuestas por el transporte alternativo que cubrió los vacíos del Transurbano.

¿Quiénes son esos jóvenes que están en prisión?

Más que el reflejo de los crímenes que han cometido, los rostros de los jóvenes detenidos son el retrato de un Estado que descuida a sus ciudadanos. Los prisioneros, en su mayoría, son menores que crecen en condiciones precarias y violentas; y fueron presa fácil de los grupos criminales. El Estado apaga fuegos, sin crear políticas públicas que ataquen el problema de raíz, para ofrecer a niños y adolescentes mejores oportunidades. Aquí un perfil de quiénes son esos muchachos privados de libertad.

Entrevista CAP