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La Patrona, el alcalde y la batalla por Moyuta

Marixa Ethelinda Lemus Pérez, ex candidata a la alcaldía de Moyuta, Jutiapa, y condenada a 94 años de prisión por liderar una banda criminal, pasa los días en el área VIP del Centro de Detención Preventiva para Mujeres “Santa Teresa”, donde las internas no duermen en planchas de concreto sino en las camas que quedaron de las clínicas que funcionaban en el reclusorio.

Cindy Espina y Evelyn Boche

La mujer de 45 años, conocida con el mote de La Patrona, lleva las cejas perfectamente depiladas y enfatiza su mirada con un grueso delineado negro sobre sus párpados. Su larga cabellera y dos arracadas, de tres tipos de oro, enmarcan su rostro un tanto endurecido, según cuenta, por el dolor que le causó la pérdida de familiares y amigos. “Mataron a mi hermana, que era más que eso, era como mi madre, a mi hija, a mi tío, a la gente que iba conmigo en el partido.” Habla con el ceño fruncido.

Su hermana Mayra Verónica Lemus Pérez militaba en la alianza entre los partidos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y la Gran Alianza Nacional (Gana). Según Marixa, Mayra fue asesinada por haber retado a Carlos Roberto Marroquín Fuentes, el alcalde de Moyuta (reelecto para el periodo 2016-20), por el partido Líder, cuando se disputaron la alcaldía de ese municipio jutiapaneco en las elecciones generales de 2011. “Él quería sacar a toda la competencia del camino para tener el territorio libre”, enfatiza.

Más allá de la administración municipal, el objetivo de Marroquín, según Marixa, es controlar el territorio para trasegar cargamentos de cocaína que recoge de las playas de Moyuta y traslada a México. Contra Marroquín no hay denuncias ni causas judiciales abiertas por narcotráfico ni homicidio, y el político niega todo tipo de acusaciones en su contra. Sin embargo, un investigador policial concuerda con Marixa en que la disputa real entre la familia Lemus Pérez y Marroquín es por el monopolio de la plaza en la frontera con El Salvador.

Así es esta frontera y muchos otros lugares en Guatemala: confusa, llena de contradicciones y violencia. Un lugar donde las balas substituyen a las palabras y los votos, y donde una madre de dos hijos puede formar una banda criminal para reivindicar a sus muertos.

Una familia política

Antes de que La Patrona ingresara al mundo de la política y de que ocurrieran los crímenes por los que fue condenada, ella administraba una pupusería y un restaurante de su propiedad en Ciudad Pedro de Alvarado (Moyuta, Jutiapa, frontera con El Salvador). Pero la política no estaba lejos. Marixa –la menor de tres hermanos—dice que sus padres siempre tuvieron una participación activa en la política de Moyuta, de donde es originaria, y otros miembros de su familia soñaban con la participación directa.

El mayor de los hermanos Lemus Pérez, Magno Marcel, fue el primero en lanzarse. Desde 2005 ya mostraba sus intenciones de llegar a ocupar la alcaldía de Moyuta. En las elecciones de 2007 compitió con el partido Unionista y en sus mítines siempre señalaba que no tenía necesidad de estar al frente de la municipalidad para enriquecerse, sino que su único objetivo era ayudar a la gente.

Sin embargo los vecinos de esa localidad tenían otra versión: que Magno se dedicaba al narcotráfico y que pensaba que la alcaldía le facilitaría sus operaciones y gozaría de inmunidad. Así que no fue sorpresa cuando en junio de 2006, el picop de Magno, que encabezaba una caravana rumbo a un mitin político, fue cubierto de disparos. Jenniffer, la hija mayor de Marixa murió en el atentado. Magno sobrevivió y llegó a la alcaldía en el 2008, tras una cerrada elección que ganó por 17 votos.

Con Magno en el poder municipal, crecieron los rumores sobre la familia. Las personas del lugar aseguran que les llamaba mucho la atención que los Lemus Pérez siempre andaban en camionetas blindadas y con un séquito de guardaespaldas armados con pistolas y fusiles. Marixa explica que ese despliegue era para protegerse luego del atentado contra su hermano en el que falleció su hija mayor.

En octubre del 2009, Magno murió de un infarto. Los vecinos murmuraban que había sido envenenado por sus propias hermanas, y uno de sus ex colaboradores indica que por esos días el entonces alcalde andaba muy nervioso por señalamientos de corrupción en su contra. La Contraloría General de Cuentas formuló varios reparos a la ejecución del presupuesto municipal, pero ninguno dio lugar a una causa penal debido a que Magno, como todos los alcaldes, gozaba del derecho de antejuicio.

En ausencia del jefe edil, asumió el Concejal Primero, Lauro Méndez. Personas que trabajaron en ese tiempo en la comuna dicen que Marixa y Mayra procuraban tener injerencia en las decisiones municipales. Su influencia en la administración pública les hizo ganar popularidad en Moyuta, especialmente a Mayra, quien participaba en la inauguración de proyectos municipales y se presentaba ante los vecinos como gestora de las obras. A finales del 2010 Mayra se postuló como aspirante a alcaldesa. Marixa siempre la acompañaba en los mítines y se encargaba de la logística de campaña.

Mayra heredó de su hermano no solo el apoyo de sus simpatizantes sino los señalamientos de narcotráfico. Después de haber encabezado el desfile hípico por la celebración de la feria de Ciudad Pedro de Alvarado, la candidata fue asesinada en un restaurante del lugar. Fue un golpe duro, señala Marixa, ya que Mayra “era más que su hermana, su madre”. Y le endilga la responsabilidad del crimen a Marroquín, el principal contendiente político.

El asesinato de Mayra no fue el primero ese año. En enero del 2011 también perdió la vida violentamente el delegado departamental de Jutiapa, Hilario Antonio López Contreras. Desde entonces una ola de violencia política segó la vida de seis personas, entre candidatos a la alcaldía y alcaldes.

El actual delegado departamental de Jutiapa del Tribunal Supremos Electoral (TSE), Henry Morales, señala que la violencia electoral es el reflejo de lo que sucede en el país y que en esa zona es más fuerte por la ubicación geográfica. Jutiapa tiene fronteras con El Salvador y Honduras, además playas con salida al Océano Pacífico y esto es muy codiciado para el crimen organizado por el “trasiego de mercadería, gente y contrabando,” dice Morales. ¿Y drogas? “Pudiera ser también”, añade el delegado.

Luego del asesinato de su hermana, Marixa decidió participar como candidata a la alcaldía de Moyuta. Dice que se animó por la insistencia de sus seguidores y el afán de llevar desarrollo a las comunidades olvidadas del municipio. “Sabíamos que podíamos buscar financiamiento y construir caminos para que la gente vaya a su trabajo o para el comercio”, agrega. Su rival era Carlos Roberto Marroquín.

Un comerciante hecho alcalde

Marroquín de 37 años, se presenta como comerciante y ganadero. Incursionó en las actividades comerciales, dice, por herencia de su abuelo paterno Francisco Marroquín Corado. Pero no precisa cuántas cabezas ni la extensión y ubicación del terreno que le legó su abuelo.

A la política llegó sin más patrocinio que el respaldo de los vecinos de la aldea playa La Barrona, de donde es originario. Marroquín cuenta que en 2008 fue electo presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de esa aldea de la costa Pacífico de Jutiapa, fronteriza con El Salvador. También fue miembro de la junta directiva de la Asociación Montaña Verde y vicepresidente la Mancomunidad del Pacífico, ambas encargadas de negociar la venta de terrenos entre los vecinos y los promotores del proyecto del Corredor Interoceánico. (Se trata del canal seco que pretendía unir la costa Atlántica con el Pacífico, planificado con la intención de hacer más ágil el intercambio comercial.)

Ambas representaciones fueron su trampolín a la política, explica Marroquín. En 2011 se postuló como candidato a alcalde por la Unidad del Cambio Nacionalista (UCN), mientras Marixa corría por la alianza UNE-Gana. La UCN (originalmente, Unión del Centro Nacional, fundado por Jorge Carpio, candidato presidencial finalista en 1985 y 1990), es el partido más antiguo y en su nueva versión tiene sus bases concentradas en Jalapa, vecino de Jutiapa, después de que Mario Estrada, candidato presidencial en 2011 y 2015, comprara la ficha del partido en el 2006.

Marixa y Marroquín no fueron siempre rivales a muerte. Marixa recuerda que Marroquín llegaba a uno de sus comedores en Ciudad Pedro de Alvarado, hace aproximadamente 8 años. “Conversaba con mi esposo como cualquier otro cliente”, añade. En esos días a Marroquín se le veía en una “carcacha”, pero a partir de la campaña electoral de 2007 los vecinos comenzaron a verlo en picops de doble cabina y custodiado por guardaespaldas. La rivalidad creció con el asesinato de Mayra y otros familiares y amigos, ya que Marixa culpa a Marroquín.

Tras la contienda, Marixa desapareció y sus simpatizantes y conocidos no la volvieron a ver, hasta abril del 2014 cuando los diferentes noticieros del país anunciaban su captura. Ya no era Marixa, sino La Patrona.

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Marroquín, imágenes contradictorias

La gestión de Marroquín ha transcurrido lejos de los ojos de la prensa nacional, excepto por tres atentados en su contra y la compra de una camioneta blindada con fondos de la comuna. Marroquín asegura que nunca ha tenido problemas, menos con Marixa, pero la señala como responsable de los ataques en su contra. Supone que esos fueron motivados porque su nombramiento como alcalde interrumpió la continuidad en el poder municipal que pretendía la familia Lemus Pérez. “Denuncié amenazas de 2009 a 2011, pero no tuve apoyo porque ellas eran de la línea del gobierno de la UNE-Gana”, afirma.

Marroquín sostiene que cuando llegó a la alcaldía descubrió que los hermanos Lemus Pérez se apropiaron de seis terrenos municipales, los cuales él “ya está recuperando”. Por otro lado, descarta las acusaciones de narcotráfico que le achaca su ex contrincante político y dice desconocer que haya tráfico de drogas en el municipio que dirige. “En el caminar de mi vida sí tiene que ver la política, pero ya el tema de seguridad le compete al Ministerio de la Defensa, al Ministro de Gobernación. En su momento le pido al Ministro patrullas, y nada”, afirma.

Es tan difícil creer a Marroquín como establecer su culpabilidad. Una fuente local señala que Marroquín colabora con “Los Temerarios”, una estructura delictiva que trabaja con el cártel de Texis, originario de El Salvador, en el trasiego de las drogas que recogen de las playas de Moyuta, pero esto no se ha podido sostener con investigaciones ni acusaciones formales.

Tras descartar los señalamientos de Marixa, Marroquín asegura que el dinero invertido en sus dos campañas electorales es propio, resultado de su trabajo como ganadero, y no proviene del narcotráfico como se alega.

Más allá de las acusaciones Marroquín proyecta imágenes contradictorias. Durante un foro de alcaldes usaba un pantalón de tela negro, una camisa de rayas blancas con negro, con la cual oculta las cuatro cadenas de oro; además usa cincho y zapatos cafés. Es un atuendo contrario al que viste en los vídeos publicados en Youtube, donde se le ve con pantalón de lona, botas, sombrero y cincho de cuero, del cual cuelga una pistola y una tolva cargada de balas. Estos vídeos acercan al personaje a su terreno. Una grabación de diciembre de 2012, lo muestra durante un jaripeo bailando con una cantante de música tex mex, ataviado con la vestimenta descrita.

En otro video publicitario, posa junto a mujeres en bikini que invitan al “verano rojo”, una actividad gratuita en la playa La Barrona que ofreció un “show para hombres” y otro “show para mujeres” en pleno domingo de Ramos, en la antesala de la Semana Santa de 2015. En esa grabación, Marroquín aparece en su yate blanco y viste una bermuda y una gorra rojas, color que emplea el partido Lider. El locutor anunció que en todas las comunidades de Moyuta se facilitaría el transporte gratuito para asistir a una actividad veraniega que claramente podía contar como campaña política anticipada. El evento le costó a la comuna Q 100 mil, según Guatecompras. El alcalde de Moyuta es muy conocido en su localidad por este tipo de eventos. En la Semana Santa del 2012 puso a disposición de los veraneantes sus lanchas rápidas.

La disputa por el corredor

Al parecer, la disputa entre Marixa y el alcalde ha sido más que por el poder municipal. El estudio “Organizaciones Criminales y Tráfico Ilícito en las comunidades fronterizas de Guatemala”, publicado en 2011 por CNA, una organización de investigación y análisis sin fines de lucro con sede en Arlington, VA, Estados Unidos, sostiene que las redes del narcotráfico operan con mayor intensidad en las comunidades sobre o cerca de las rutas de contrabando, muchas de las cuales se encuentran en las regiones fronterizas.

Uno de los autores del informe, Miguel Castillo, señala que la frontera con Honduras es la principal ruta del narcotráfico desde el sur. Aunque el paso por El Salvador es menos relevante, refiere que el trasiego terrestre opera mediante transporte pesado que viaja desde Panamá y Costa Rica. “Esa pequeña parte del negocio lo maneja –en El Salvador– el llamado cartel de ´Textistepeque´, que es una población fronteriza con Guatemala; por esas razones tiene contrapartes en la zona de Jutiapa que era, hasta hace poco, Manuel de Jesús Castillo, conocido como Manolito”, detalla el investigador académico.

Tras la salida de circulación de Manolito otros tomaron el control, especialmente personas que viven en Ciudad Pedro de Alvarado, aldea de Moyuta. Esa pugna por la plaza habría originado que muchas personas hayan muerto (un candidato a alcalde) y otras personas hayan sufrido atentados. Ahora se trata de un joven que desea ser alcalde y que le llaman El Niño del Mar; al parecer ha obligado a los otros candidatos a retirarse y parece que sólo él queda, afirma Castillo. “El territorio se hace apetecible porque la atención de las fuerzas de seguridad se enfoca en las fronteras con Honduras y México, que concentran el mayor movimiento de drogas de sur a norte. En la costa Pacífico se registra movimiento de narco-submarinos y El Niño del Mar tiene una amplia variedad de lanchas rápidas para hacer uso de los vacíos”, agrega.

Fiscales y autoridades del Ministerio de Gobernación consultados dicen desconocer la existencia de El Niño del Mar. No obstante, un funcionario del MP señaló que lo que sí se escucha mucho es la colaboración del alcalde Roberto Marroquín con grupos del crimen organizado en la frontera. Coincide con el investigador policial al afirmar que la pugna entre Marixa y el alcalde es por la plaza de Moyuta. Según información no confirmada, explica el fiscal, Marroquín es el enlace en Guatemala del cartel de Texis. “Él es el dueño de la plaza; (la) información orienta a que la droga la ingresan por La Barrona”, refirió una fuente que pide anonimato.

En la misma franja fronteriza -a una hora de camino entre Moyuta, el epicentro de la pugna entre Marixa y Roberto Marroquín- en Asunción Mita operaba una intrincada red de lavado de dinero develada a mediados de julio de 2015 por la CICIG y el MP. La estructura era liderada por Francisco Morales, alias Chico Dólar, un comerciante que montó una operadora de remesas y desde ahí movilizó no menos de Q 937 millones (US$ 117 millones) del crimen organizado, según las pesquisas y que, además, financió campañas políticas. Escuchas telefónicas e informes financieros prueban que en 2011 Morales aportó Q 1.4 millones para las campañas de los diputados Manuel Barquín y Jaime Martínez, cuando buscaban la reelección por la alianza UNE-Gana, la misma bandera política que blandió Marixa Lemus en la comuna de Jutiapa.

Marixa recuerda que uno de sus colaboradores de campaña le habló de la intención de Chico Dólar para reunirse con ella durante la campaña de 2011, pero asegura que se negó porque sospechaba que quería él brindarle apoyo a cambio de favores sexuales.

De candidata a la patrona

Marixa fue detenida el 16 de abril de 2014 como resultado de una investigación iniciada por la Fuerza de Tarea Antisecuestros sobre el plagio de Amanda Lemus Contreras. El hecho ocurrió el 27 de noviembre de 2013 en la aldea El Garrobo del municipio de Pasaco, Jutiapa. Según las pesquisas, Marixa ejecutó el secuestro junto a Zonia Elizabeth Lemus Vásquez y su hermano Óscar Isaac Lemus Vásquez, agente de la PNC. El 6 de diciembre de 2013, los familiares de Lemus Contreras pagaron Q 25 mil por su liberación. Un día después, el cadáver de Lemus Contreras fue encontrado en el caserío Las Pilas, Pasaco.

Los investigadores antisecuestros interceptaron las comunicaciones de Marixa y establecieron que la mujer lideraba una estructura criminal de la que hacían parte no menos de cinco policías, incluido el jefe de la subestación de Moyuta. Las pesquisas determinaron que los policías colaboraron de diversas formas con la estructura de La Patrona: proporcionaban información sobre los movimientos de Marroquín y operativos policiales para procurarse impunidad, les proveían de armas y municiones o recomendaban sicarios.

Las llamadas también les permitieron identificar a Marixa como la coordinadora de dos atentados contra el alcalde Marroquín. Según esas comunicaciones, en las que Marixa era nombrada como La Patrona, la banda urdió y ejecutó un plan para detonar tres artefactos explosivos enterrados debajo del puente por donde debía pasar el alcalde en un picop blindado, rumbo a su casa en Ciudad Pedro de Alvarado.

El plan del viernes 13 de diciembre de 2013 contemplaba un ataque armado posterior a la explosión. Es un misterio si el plan falló porque Marroquín aceleró la marcha de su vehículo o por el retardo en la detonación de las bombas, pero el alcalde salió ileso. Los hombres que pretendían emboscar a Marroquín, al percatarse de la falla dejaron cerca del puente un saco con tres fusiles, uno de ellos AK-47 y una granada, que fueron incautados por los investigadores el sábado 14. El parte policial refiere que en la bolsa encontraron tres carteles, en uno de los cuales se leía: “Por culero no compartiste los  $ 2,000,000.00 hijo de puta atte. LOS Z”.

Una llamada telefónica de Marixa Lemus, el mismo 13 de diciembre, alertó a los miembros de la estructura sobre su interés de ejecutar un segundo atentado. En una de las comunicaciones el jefe de la subestación de Moyuta, Pedro López, aseguró a Marixa que le proveería personal armado para concretar el segundo ataque. Otro de los agentes vinculados, Óscar Isaac Vásquez Lemus, sugiere utilizar un francotirador para asegurar la ejecución de su objetivo, según el expediente judicial.  Finalmente desisten de esa tentativa, aunque el expediente no informa por qué.

Desde el área VIP del Centro de Detención Preventiva para Mujeres “Santa Teresa”, Marixa niega rotundamente haber coordinado o participado en los hechos que se le imputaron y por los que cumple una condena de 94 años. “No hubo una sola interceptación en la que se escuchara mi voz o algún testigo que me identificara”, señala Marixa.

Cuando se le cuestiona sobre la coincidencia entre el teléfono que le incautaron a Marixa durante su captura y el emisor de las llamadas interceptadas, insiste en desligarse del señalamiento.  “La única posibilidad de vincularme es que yo una vez usé el teléfono de Zonia, pero qué iba a saber yo en qué andaba metida”, señala.

Las comunicaciones también establecieron que los hermanos Erick y Samuel Estrada López —ambos prófugos— fueron los autores intelectuales y financiaron el atentado para eliminar al alcalde Marroquín, de acuerdo a la declaración de un miembro de la fuerza de tarea antisecuestros a la que el tribunal dio valor probatorio.

Ocho miembros de la banda fueron condenados por la tentativa de asesinato contra Marroquín y por el asesinato de Álvaro Alfonso Mejía Estrada, esposo de Marixa, quien participaba como “bandera” en la estructura. Un investigador confirmó que Marixa urdió el asesinato de Mejía para quedarse con sus bienes y cobrar un seguro.

El alcalde consolida su poder

Mientras Marixa conformaba su grupo delictivo, Marroquín ampliaba su base política. El alcalde apoyó al PP en la segunda vuelta para elegir Presidente de la República en 2011, lo que no tuvo réditos para él ni la comuna, señala. “Le dimos 7,020 votos y nos dejó abandonados, no tuvimos apoyo para los campesinos, los caficultores, las áreas urbanas ni rurales, ningún apoyo del gobierno central”, reclama. Ese desaire le abrió la puerta para escuchar otras ofertas políticas de cara a los comicios de septiembre 2015.

Armando Escribá, secretario departamental de Jutiapa del partido Lider, se acercó a Marroquín con una cartera de proyectos a desarrollar en Moyuta si resultase electo presidente Manuel Baldizón, contó Marroquín durante una entrevista al finalizar un foro de alcaldes en este municipio.  “Decidí tomar la bandera de Lider porque tuve buenas propuestas y creemos que el doctor Baldizón hará buen gobierno a nivel nacional”, dijo. Este partido no tardó en ser sacudido por casos de persecución penal: ocho diputados y su candidato a la vicepresidencia, Edgar Barquín fueron señalados por la CICIG de cometer actos de corrupción. No obstante, Marroquín fue reelecto bajo la bandera del partido Lider con 4,461 votos, 60% más que el segundo lugar del partido Patriota.

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Impunidad para algunos no para otras

Hoy Marixa a sus 45 años cumple una condena por el secuestro de una mujer, así como por la conspiración e intento de asesinato del alcalde Marroquín. La ternura se asoma en la mirada de la mujer señalada como la líder de una banda criminal, cuando se refiere a sus otros dos hijos menores de edad, a quienes ve muy poco desde que está en prisión. La cárcel “Santa Teresa” recibe a los visitantes de las reclusas dos veces por semana.

Marixa dice que si acaso, algún conocido llega a verla una vez al mes, ya que casi toda su familia fue asesinada y sus amigos se alejaron de ella para no tener problemas con el alcalde Marroquín. “Mataron a toda mi gente y el Ministerio Público, aunque tiene las pruebas, no ha hecho nada”, reclama. El alcalde, prosigue, tiene a todas las autoridades compradas o atemorizadas, señala. En ese reclamo de impunidad, Marixa no incluye el asesinato de su esposo Álvaro Mejía ni de los secuestros y otros posibles crímenes no judicializados contra ella y su grupo. En 2016 enfrentará un nuevo debate oral y público por parricidio, mientras, Marroquín inicia su segundo período al frente de la alcaldía.

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