Elsa Coronado

Guatemala | Soy periodista desde 2003. Tengo amplia experiencia en radio, medios escritos, digitales y en comunicación institucional. Hasta abril de 2017 trabajé en la revista ContraPoder dando cobertura a temas relacionados con seguridad, justicia y fiscalización del gasto público. Actualmente trabajo en el medio digital Plaza Pública donde estoy a cargo del proyecto de Memoria Histórica.

Notas publicadas

El país que abandonó a Quejá

La aldea Quejá es un símbolo. De un sistema de reducción de desastres incapaz de cumplir sus obligaciones de ley ante el anuncio de un diluvio potencialmente mortal. Del recuerdo de las 58 personas que murieron soterradas al paso de la tormenta Eta. De un gobierno indolente que tardó siete meses en declararla inhabitable. De una Guatemala en la que decenas de familias se han visto obligadas a regresar a vivir a un lugar donde saben que les acecha la muerte.

Un conflicto político, una obra millonaria abandonada y un municipio pobre

En Nebaj, Quiché, donde ocho de cada diez personas son pobres, el alcalde actual y el exalcalde protagonizan un conflicto político, en el centro del cual figura la millonaria, inconclusa y abandonada construcción de un complejo deportivo. Los Q3.7 millones gastados en el mismo se pudieron invertir en educación o salud. A eso deben sumarse otros Q200 mil que la comuna invirtió para levantar un muro y vedar el acceso a la obra. Los protagonistas competirán por la alcaldía en las próximas elecciones, si no prospera una acusación de financiamiento ilícito contra el actual alcalde. Mientras tanto, el municipio está casi tan abandonado, como la obra.

En la antigua línea del ferrocarril, en donde se oferta el sexo en cada puerta, se instaló una clica de la MS-13 para extorsionar. Foto Fabricio Alonzo

Las prostitutas le pagan las cuentas a una clica de la MS

Millones de quetzales salen anualmente de las manos de pequeños empresarios y de vendedores de la economía informal, incluso de prostitutas, para mantener a un ejército de colaboradores e integrantes de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18, que han hecho de la capital guatemalteca y los municipios aledaños, su territorio. El dinero que recaudan puntualmente lo utilizan como una caja chica de la que sale para la subsistencia de sus miembros y el manejo del negocio. Compran alimentos, medicinas, armas, droga, licor. Pagan los sobornos en las cárceles y los honorarios de abogados para que saquen de problemas legales a sus pares. El dinero se disuelve tan rápido como llega y apenas transforma el estilo de vida de los pandilleros.

Cápsulas CAP

Entrevista CAP