Ilustración: TechCrunch

Verificar para contrarrestar la desinformación

La desinformación no es un fenómeno nuevo. Lo nuevo son las redes sociales que permiten efectividad, rapidez, bajo costo y alto potencial de viralización en la difusión de mensajes.

Redacción CAP

La desinformación se viraliza más rápido que la información y la mentira llega más lejos que la verdad, afirmó Laura Zommer, directora ejecutiva y periodística de Chequeado, al iniciar la quinta sesión de trabajo del Ciclo de Actualización para Periodistas (CAP) sobre Democracia, Desinformación y Libertad de Expresión. Por eso, dijo Zommer: “el periodismo de calidad busca encontrar estrategias y herramientas para llamar la atención de la audiencia que necesita información verificada”.

Zommer, quien obtuvo el premio Gabriel García Márquez en la categoría Innovación en 2015, explicó a las y los periodistas centroamericanos que participan en el CAP, que, aunque no es posible terminar con la mentira ni con la desinformación, la verificación puede brindar herramientas para lidiar con ella.

Según la especialista, la desinformación es un fenómeno con matices o diferencias. “No solamente se trata de falsedades de punta a punta y no es una amenaza nueva. Han sido las redes sociales las que han facilitado y brindado mayor posibilidad de engaño o mentira”, señaló.

Zommer, quien además es profesora universitaria, ejemplificó algunos casos de desinformación: “Hay veces en que se desinforma de manera efectiva usando mentiras sutiles, como en una columna de humor político, por ejemplo, en la que no se aclara que se trata de sarcasmo”, explicó.

La desinformación se da también cuando se difunde contenido engañoso para incriminar a alguien o se socializan contenidos que tienen algunos componentes de verdad pero estos son manipulados. “Sacar de contexto una fotografía o utilizar una imagen de un lugar diciendo que se trata de otro, es también desinformación”, advirtió.

“No hablamos solamente de contenidos falsos de punta apunta, hablamos también de matices. Podemos desinformar con medias verdades, con exageraciones, con conexiones falsas”, indicó.

Actuar frente a la desinformación

Laura Zommer proporcionó a las y los periodistas del CAP sugerencias de cuándo y cómo salir a desmentir la desinformación a través de la verificación de datos y del discurso.

Lo primero, dijo, es observar las interacciones que transmite una plataforma, los contenidos, el lugar y el medio. “ Hay que mirar los contenidos, no sobre la base de si tienen millones o miles de interacciones,  sino en relación a otros contenidos en esa misma plataforma, en un lugar o país determinado”, explicó.

Lo segundo es ver si la discusión sobre un rumor está limitada a la comunidad en línea o tiene impacto en la vida real, en lo que pasa por fuera de las redes. “Es importante intervenir cuando un rumor o contenido sospechoso trasciende de la virtualidad a la realidad, como una acusación falsa contra una persona”, dijo Zommer.

Además, la especialista destacó la necesidad de prestar atención a un contenido falso cuando éste pasa de una plataforma a otra. Por ejemplo, si el rumor empezó en Twitter y se extendió a Facebook o Instagram “eso ya es un llamado de alerta amarilla, para prestar atención y salir activamente a desmentir”, sostuvo. “Si hay algún amplificador o influenciador metido o una cuenta verificada, es una alerta o un aviso que probablemente se expanda y tenemos que chequear”, indicó.

Otra razón para actuar frente a la desinformación es cuando un medio de comunicación hace una cobertura periodística sobre un contenido falso. “Ahí vale la pena trabajar en una desmentida”.

La periodista agregó que cuando se sale a desmentir la desinformación se debe ser transparente con la evidencia y presentar la verificación de una manera creativa, sin hacer sentir a las personas “tontas” por haber caído en la desinformación. Laura Zommer dijo: “Tenemos que mostrar toda la evidencia de la manera más empática posible. Importa la forma, no es simplemente tener una investigación basada en datos y estadísticas, importa la manera en la que la presentamos, la manera en que llegamos a los demás”. 

Además, acotó: “Ustedes han visto que los verificadores utilizamos en nuestras notas palabras clave como ‘falso’ o ‘engañoso’. Lo hacemos  porque importa que quede claro desde la primera mirada. Hasta eso es relevante al contrarrestar la desinformación”, indicó.

Las alertas

Laura Zommer recomendó a las y los periodistas del CAP prestar mayor atención cuando se detectan mensajes que llevan los títulos en mayúscula o se difundan noticias que parezcan extraordinarias. “Mucho del contenido falso usa mayúsculas y signos de admiración”, explicó.

También se refirió a la importancia de verificar las imágenes. “Hay que prestar atención en una imagen o video a las referencias que les puedan dar la pauta del lugar en el que ocurre un hecho, para saber si es una imagen del país o del lugar al que se hace referencia o no”, indicó. Para esto propuso chequear las placas de un vehículo, los carteles de una calle y la ropa que usa la gente que aparece en la imagen.

El periodismo de verificación contribuye a combatir la desinformación, señaló la periodista argentina. Sin embargo, fue clara al afirmar que es un fenómeno que seguirá existiendo: “El trabajo de chequeadores y periodistas es importante para ir educando a la gente en este contexto donde convivimos con la desinformación y donde la desinformación es parte de nuestro ecosistema informativo” dijo. Por eso “debemos ir trabajando en decirle a nuestras audiencias que cuando compartimos información vale la pena constatar que la misma viene de una fuente creíble y especializada, antes de reenviarla”, finalizó.

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