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Imagen: American Scientist
La desinformación que impacta la democracia
El deterioro democrático que vive Centroamérica, y Guatemala no es la excepción, viene acompañado por un proceso de masificación de contenido falso o engañoso que, con el auge de las redes sociales como principal fuente de información, se ha agravado.
Redacción CAP
En la décima sesión del Ciclo de Actualización para Periodistas (CAP) sobre Democracia en Guatemala, el sociólogo y periodista Gustavo Berganza analizó cómo los procesos de desinformación son uno de los principales factores que contribuyen a un debilitamiento de la democracia.
“Actualmente vivimos en un momento en donde el sistema democrático ha perdido apoyo debido a la pérdida de confianza de la población por los escasos resultados que les ha dado”, dijo Berganza a las y los periodistas participantes en el CAP.
Esta falta de confianza viene acompañada por el auge de figuras autoritarias que, prometiendo acabar con la “ineficiencia de los gobiernos”, impulsan medidas autoritarias que agravan la situación de los países pero que, por sus características, resultan populares entre la población, detalló.
Guatemala no es ajena a este contexto. Citando datos de Latinobarómetro, el especialista advirtió que a la mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas le da “casi igual” vivir en un régimen democrático que en uno no democrático. Además, según este estudio, una de cada 5 personas en Guatemala considera que un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático.
Presentación de Gustavo Berganza “Desinformación y deterioro democrático» en Ciclos CAP
Este desencanto con la democracia, explicó Berganza, se debe a la agudización de problemas sociales que los gobiernos no han sido capaces de resolver. Así, el aumento de la desigualdad y la pobreza han contribuido a que las personas consideren que la democracia como sistema político no es capaz de ofrecer soluciones a las necesidades básicas de las grandes mayorías.
Dado este contexto de ineficacia gubernamental y un sistema económico empobrecedor, el resultado ha sido la migración masiva de miles de guatemaltecos y el auge de organizaciones delictivas transnacionales y locales, sostuvo el experto.
En este contexto de deterioro, no es inusual que veamos procesos de polarización política cada vez más enunciados. “Esta puede contribuir al tribalismo político que se refiere a que los adversarios políticos ya no son vistos como contrarios, con una postura ideológica diferente, sino como enemigos a los que hay que combatir” manifestó.
“Todo esto nos lleva a ver una sociedad que se está disgregando, que se está agrupando alrededor de políticas tribales, una sociedad que no encuentra satisfacción en el Estado” dijo.
Presentación de Gustavo Berganza “Desinformación y deterioro democrático» en Ciclos CAP
Deterioro democrático y desinformación
A la par de los procesos de deterioro democrático estamos experimentando una revolución en la forma como las personas acceden y comparten información.
Usando datos del 2023, el sociólogo mostró la forma en que ha variado drásticamente el panorama de los medios de comunicación en Guatemala. Las redes sociales han desbancado a la radio como el medio más utilizado por la población guatemalteca para informarse. “Estamos viviendo una realidad política límite en un proceso de aceleración comunicacional” sostuvo.
Aunque el aumento del uso de las redes sociales como fuente de información permite una cierta democratización de las posibilidades de comunicación y acceso a la información, también ha abierto las posibilidades para la difusión de contenido engañoso o completamente falso, dijo Berganza a las y los periodistas del CAP.
Presentación de Gustavo Berganza “Desinformación y deterioro democrático» en Ciclos CAP
La desinformación puede tener diferentes características, continuó Berganza. Sin embargo, son el contenido impostor y el contenido fabricado los tipos de desinformación por excelencia.
En estos se suplantan fuentes genuinas para difundir una noticia falsa o se crea un contenido nuevo que es predominantemente falso y cuyo único objetivo es el de engañar a las y los lectores. “Este tipo de contenido se vio mucho en las elecciones generales del 2023”, señaló.
Su difusión se ve potenciada por el acceso de las personas al Internet y las redes sociales. Sin embargo, para los desinformadores resulta más eficiente difundirlo por redes privadas como WhatsApp, Telegram o Signal. “Esto es así ya que la información está siendo enviada por personas que conocemos y que son de nuestra confianza. En este sentido, la información es validada por esta relación de confianza previa entre el emisor y receptor” detalló.
Imagen: CNN
Cómo contrarrestar el proceso de desinformación
Combatir la desinformación y sus efectos requiere un esfuerzo colectivo.
“Un primer nivel debe estar enfocado en neutralizar el impacto nocivo de la desinformación”, manifestó Gustavo Berganza y recordó cómo durante el pasado proceso electoral se dio una alianza de cinco medios que usaron sus plataformas para desmentir la información falsa que circulaba en redes.
“Ese fue un esfuerzo positivo, porque lo que hace es, en primer lugar, verificar los datos y poner la información correcta. Y esto es lo único que nosotros podemos hacer como periodistas en el corto plazo. Es una gota en un mar de desinformación, es cierto, pero es un esfuerzo que vale la pena hacer” argumentó.
Otro tipo de medida, en el mediano plazo, es la alfabetización mediática. Es decir, un esfuerzo que esté destinado a explicar la diferencia entre los medios reales, lo no reales; entre la información y desinformación, entre la lógica y la ética que sustenta al periodismo, sostuvo.
Para finalizar, el expositor planteó la necesidad de impulsar una reforma educativa a todos los niveles con el objetivo de fomentar el pensamiento crítico que es la vía más certera para hacer frente a la desinformación.
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